Visitamos unos cuantos pueblos blancos de Cádiz llamados así por tener todas sus casas blancas. Son pueblos realmente bonitos y es relajante dar un paseo por su estrechas calles siempre y cuando no haga un calor sofocante.
Estuvimos en Vejer de la Frontera, a 30 minutos de Chiclana. Era un pueblo muy tranquilo con unas calles blanquisimas y estrechas pero por donde se podía ver por todas partes que allí habían convivido musulmanes, judios y cristianos. Es muy famosa su playa, El Palmar.
Aunque queda a un par de horas en coche de Chiclana nos animamos a ir hasta Ronda que pertenece a Malaga. Es un pueblo bastante grande y con mucho turismo. Para llegar desde Cadiz hay que atravesar la Sierra de Grazalema que como curiosidad os diré que esta sierra constituye un microclima donde se da la media de lluvias más alta de España lo cual le da una orografía muy particular (ésto último lo ha escrito aita).
A mi me gustan mucho los caballos y en Ronda había muchos, son enormes!!
En Ronda comimos más pescaítos, bebimos muuuuucha agua y todo ésto siempre a la sombra, qué calor!!!
Por la tarde aita se empeñó en ir a un pueblo llamado Setenil de las Bodegas.
Al principio podía parecer otro pueblo blanco más de los que hay en Cádiz pero cuando empiezas a recorrerlo dando un paseo, descubres algo muy curioso.
Setenil es un pueblo cuya belleza y originalidad se debe a que los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río para construir sus casas, no excavan la roca, sino que se limitan a cerrar la pared rocosa y desarrollan la vivienda de forma longitudinal. Si podéis, pasad por allí.
Otro día visitamos Tarifa y gracias a mi amistad con Iñigo se apuntaron él, su aita y su amatxu.
Tarifa es un pueblo con mucha vida, hay mucha gente por su casco viejo a pesar del calor. Tarifa es muy conocido por ser uno de los mejores sitios para practicar surf.
En sus playas hacía bastante viento así que solo dimos un paseo por la arena.
Comimos en un restaurante llamado "El Ancla" que resultó ser una peña del Athletic de Bilbao. El dueño era majisimo pero además comimos increiblemente bien, todavía recuerdo esas croquetas de sepia, mmmmm!
Despues de Tarifa nos fuimos a darnos un baño a la playa de Bolonia al lado de Zahara de los Atunes.
Amatxu que es una excelente fotógrafa inmortalizó a un atún haciendo cabriolas en el mar.
Siempre que volvíamos de cualquiera de estas excursiones nos dabamos un baño en la piscina antes de ir a cenar.
Muxus
1 comentario:
¡Muy bien narrado Jone! Si acaso y espero que no te parezca mal, ese calvo del final no es muy de “señoritas”. Quizás hubiese estado mejor una típica postura secretaria. No se…., por comentarlo…..
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