Este año, aita y amatxu, han tirado la casa por la ventana y nos hemos ido otra semana de julio de vacaciones a la isla de Menorca. Hemos disfrutado de sol, playa, mar y paella con Jonan, Karmele, Beñat, Rafa, Rocio, Unai y Ane.
Una de las calas que más disfrutamos fue la de Cala Galdana por su arena, sus aguas cristalinas y una deliciosa paella que devoramos.
Las amatxus disfrutaron de largos paseos mientras los peques no parabamos de jugar con la arena haciendo castillos o en el agua nadando y pescando pececillos.
El hotel no era ninguna maravilla pero estaba en primera linea de playa y por todas partes había personajes de los Picapiedra.
Además el hotel tenía actividades en la piscina y juegos por la noche. Aita y Jonan jugaron a waterpolo y en la segunda foto podéis ver a Jonan incapaz de parar un tiro de mi aita que terminó en gol. Al menos eso me pareció ver y así lo confirmé con mi aita ya que me gusta contrastar los hechos.
Nos acercamos a Cala Fornell, una cala preciosa donde disfrutamos mucho del agua ya que hacía un calor tremendo. Beñat aprovechó su gran poderío físico para darle una paliza a mi aita en el agua ante la pasividad de Jonan.
También disfrutamos de Cala'n Porter donde pudimos ver un barco antiguo.
En todas y cada una de estas calas Jonan, Rafa y mi aita practicaron snorkel siempre que las circunstancias lo permitíeron. Pero el snorkel merece un capítulo que veréis más adelante.
3 comentarios:
e bisto las fotos de menorca y me an encantado
recuerdos unai
Como podéis imaginar, lo que ha contado del waterpolo está más adulterado que las noticias de intereconomía (esto es mío pero lo podéis usar). El equipo e Jon Ander ganó, qué digo ganó, destrozó, humillo, avergonzó al de Markos. Lo que podéis apreciar en la foto en la que Jonan está saltando por encima de los límites razonables de la física solo es un ejemplo de la belleza unida a la potencia en el deporte.
Markos, tengo que recordarte que tu esposa y tu hija abandonaron avergonzadas la grada antes de la finalización del partido porque no podían soportar tanta humillación.
Sin más, solo por recordar lo que pasó realmente.
Un amistoso saludo,
El campeón
Hola, soy el pavo de la camiseta naranja que aparece en las dos fotos y pude ver con mis propios ojos todo lo que ocurrió ya que soy animador del hotel. Les pedí a estos dos pavos que jugasen un partido de waterpolo y me mosqueé porque pensé que el rubito (creo que en el blog le llaman aita) era jugador profesional y no quería que abusase del resto de jugadores. Mis sospechas se confirmaron cuando fui testigo directo (ver foto en la que me cortan la cabeza) del tremendo gol de fantasía que metió el tal aita a otro morenito. Por supuesto, no le dejé jugar más por abusón y su equipo finalmante perdió.
Así son las cosas y así os las he contado.
Saludos desde Menorca
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