lunes, 5 de julio de 2010

RELATOS CORTOS (II)

Para alimentar mi ego de escritor al que gusta que le lean y como mi relato fue escogido como uno de los finalistas en el 8º concurso de relatos cortos, voy a publicarlo en el blog con el permiso de Jone. Espero que os guste.

LUNÁTICA Y TERRÍCOLA

Tierra - ¿Desde allí arriba se ve tan mal como desde aquí abajo?

Luna - Se ve peor. La mayoría solo percibe lo que tiene alrededor, lo que puede ver y tocar, y rara vez sentir, pero yo giro y giro a diario a tu alrededor y, créeme, a veces me gustaría vivir en la ignorancia.

T. - La verdad es que no sé a qué demonios vinieron aquí. Con lo bien que estaba yo con mis dinosaurios, animales, glaciares, erupciones volcánicas colosales, heladas interminables,… MALDITA EVOLUCIÓN!!

L. - Bueno, los hombres también te han aportado grandes cosas como …

T. - Puajj!! Por favor!!! A mis 4500 millones de años me avergüenza tener que aguantar a estos homo sapiens estupidis que vaguean por mis continentes desde hace solo unos miles años,… ¡¡En solo 100 años me han jodido bien!!. Mírame!! ¿Donde ha quedado esa mezcla azul y verdosa que me envolvía, esos cristalinos ríos que me recorrían, ese cielo transparente…? Luna, !¿Sabes cuánto tiempo hace que no veo a Sol por culpa de los gases tóxicos??!!! Eso sí, sus rayos me llegan perfectamente, de hecho,…!ME ABRASAN¡¡¡ QUIERO MI CAPITA DE OZONOOO!!! BUAAA!!!!

L. – Venga, venga, no llores. Ya le daré recuerdos de tu parte a Sol en el próximo eclipse. Además recuerda que nadie se regenera como tú. Únicamente te han abandonado unos pocos cientos de millones de humanos y algún día volverás a disfrutar de su compañía…

T. – No!!!! No, no…aquí que no vuelvan…no quiero tenerles aquí…Es evidente que los millones de africanos, asiáticos y demás parias del mundo, que han tenido que quedarse, morirán en breve ya que casi no me queda aire respirable y no me queda agua potable. Tardaré milenios en recuperarme de toda esta porquería. Para ti todos los que han podido huir.

L. – Pero tienes que entender que soy muy pequeña, ni siquiera tengo gravedad!! Aquí no pueden estar eternamente, no tengo aire, carezco de recursos suficientes y…

T. – Ya, ya, ya. Ces’t la vie. Vas a vivir un auténtico infierno cuando empiecen a montar fábricas, centros comerciales, a conducir vehículos contaminantes y reza por que no encuentren en tu interior algún tipo de combustible, entonces se matarán entre ellos y habrá guerras nucleares. Lo que te digo, un infierno.

L. – Nucle…qué?!?! Me estás asustando y… no sé si creerte! Hace un par de eclipses me contó Sol que un tal kyoto ha hecho un protocolo para que los recursos naturales…

T. – JA! JA! JA! Eres mucho más ingenua de lo que pensaba. Eso es un cuento con el que a mi me dan la tabarra de vez en cuando pero la realidad es muy tozuda. Cuando no vierten en mis mares millones de litros de petróleo, se dedican a acabar con todas las ballenas o arrancarme miles de arboles y para limpiar sus conciencias hablan de ese Kyoto. Dudo que contigo sea diferente y cuando acaben contigo tratarán de irse a Marte y luego a Venus así hasta que se vayan todos al carajo.

L. – Y …y …y qué puedo hacer?!

T. – Pues la verdad es que poca cosa. Yo me los he cargado a manos llenas; huracanes, tsunamis, incendios, volcanes, inundaciones,… pero no se han dado por aludidos y con decir que la naturaleza tiene esas cosas, lo arreglan todo. Pero, qué ganas tengo de complicarme la vida con ponga usted ese tifón allí o pártame usted el continente con el dichoso terremoto?!?! Si a mi me hubiesen dejado tranquila, estaríamos ahora todos conviviendo felices pero llega el listillo de turno, un tal progreso, dando por saco y no hay manera.

L. - ¡¿A lo mejor ese tal progreso no viene hasta aquí?!

T. – Ni lo sueñes reina, ese tío debe ser un fuera de serie porque todo el mundo habla muy bien de él.

L. – Tan bueno no será cuando te ha dejado hecha unos zorros. Tengo miedo…

T. – No te preocupes, tengo un contactillo, un meteorito que conocí hace un par de millones de años y me debe un par de favores. Le voy a pedir que se desvíe y se choque contra mí. Entre los gases que se generen por la explosión y el cambio de órbita, calculo que no quedará ni el apuntador, jeje.

L. – Vaya lio, mañana me lo explicas mejor y ahora date la vuelta que van a pensar que esta noche no acaba nunca. Un beso guapa.

T. – Hasta mañana y otro besito para ti.

Os dejo con un video en el que aparezco leyendo el relato de Agueda. Muxus
Markos

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