La noche del 14 de Mayo me decidí a ir solito (nadie quiso/pudo acompañarme) al Rock Star, un lugar donde de vez en cuando se oye algo de buena música. Esta vez tocaba un irlandés con mucho blues y R'n'R sobre sus espaldas, Gary Moore.
Dió sus primeros pasos en la mítica banda Thin Lizzy pero enseguida comenzó como solista con discos tan increibles como Wild Frontier o Still got the Blues.
Como telonero actuó un tal Otis Taylor al cual no conocía pero que resultó ser un gran bluesman que acompañó a la armónica en uno de los temas al gran Gary Moore.
A pesar de tener 57 primaveras y unos kilos de más, Mr. Moore estuvo a la altura ofreciendo una gran concierto de Blues con algunos temas de siempre (Walking by myself, Too tired,..) y otros de su nuevo albúm, Bad for you baby.
Fue el mercenario de los más grandes, Ozzy Osbourne, Mick Jagger, Beach Boys; afortunadamente se reencontró con el Blues y ganamos todos. Gary Moore es de los pocos músicos que ha luchado contra viento y marea por preservar un genero tan denostado como el Blues, incluso en Estados Unidos.
Recorrió el mastil de la media docena de guitarras que utilizó durante el concierto a una velocidad increible y logró en varias ocasiones que éstas llorasen en más de un lánguido y sufrido blues. Sin duda, un maestro.
Saludos